Escuchando...

miércoles, enero 11, 2006

Hoy más pop que ayer pero menos que mañana

Siguiendo con este rollito guay que tengo últimamente en el cuerpo que me lleva a escuchar lo mismo que suena en los 40 Principales, cosa que no me pasaba desde los 10 años, hoy voy a escribir sobre James Blunt.

Su disco Back to bedlam llegó a mis manos por casualidad. Yo no sabía ni quién era. Y en esto que lo escucho, y oye, pues no está mal. Buena voz, buenas melodías, buenas letras... Y un par de temas destacables, por lo menos a la primera escucha, como son "Goodbye my lover" (mi favorito) y "You're beautiful". Si bien el disco no me parece tan bueno como el que he comentado de KT Tunstall, lo cierto es que yo me lo puedo escuchar tranquilamente de cabo a rabo y quedarme tan agusto. Blunt me recuerda un poco a Damien Rice, no tiene temas tan buenos como The Blower's daughter, pero en general el disco es mucho mejor que 'O'.

Pues bien, como he dicho, yo no sabía ni quién era cuando lo escuché por primera vez y, oh sorpresa la mía, cuando me encuentro que está hasta en la sopa. Insoportable. Hasta en lo que se ha convertido en el "tres, dos o uno" (homenaje al Lucky) de lo chavacano: el tonopolitonosonitono. Y claro, a mí empieza a entrarme el pánico. Vale que me guste el pop, vale que mis gustos del momento coincidan en un porcentaje alarmante con la lista de Los 40, pero lo del tonopolitono es la gota que colma el vaso.

Claro que, una vez pasado el arrebato inicial, ya más tranquilo, empiezo a pensar que, en realidad, la mayoría de lo que hoy llamamos "clásicos" fueron en su momento éxitos populares de primer orden. El mundo del rock & roll no ha cambiado en ese sentido, somos nosotros los que nos hemos hecho viejos, nos hemos vueltos unos snobs y nos hemos cargado de prejuicios para rechazar todo aquello que se haga popular independiéntemente de su calidad.

No voy a hacer una lista, pero desde Elvis a los Rolling y desde los Beatles hasta Nirvana, todos ellos han tenido éxitos populares que han sonado en todas las radios, y sin embargo ahora para nosotros son temazos clásicos. Imagino que si los móviles hubieran existido en tiempos de los Beatles todo el mundo llevaría de fondo de pantalla el Two virgins y de tonopolitonosonitono el Revolution 9. Sería una caña, ¿qué no?

En definitiva, tras esta parrafada para autoconvencerme de que escuchar la música de moda no es, del todo, malo; lo que quiero decir es que me gusta James Blunt a pesar de su exagerada popularidad.

Recomendado queda.

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