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jueves, septiembre 06, 2007

Me declaro fan absoluto de Spinal Tap

El otro día pillé por casualidad en el canal Cinematk un documental sobre un grupo heavy de los 80s, o quizá de finales de los 70s, y me quedé un rato a verlo a ver quiénes eran, puesto que no me sonaban sus caras para nada -raro, raro, que yo tuve mi buena etapa heavy en mi mocedad...-. Conforme avanzaba vi que retrataba una gira del grupo Spinal Tap, con entrevistas a sus miembros, tomas de los conciertos e incluso intimidades en el backstage.

Al poco de verla, cuando el guitarrista solista enseña su colección de guitarras y sus amplificadores -cuyos potencímetros llegan hasta el 11, porque "los normales sólo llegan hasta 10 y con estos puedes subir el volumen más allá, hasta el 11"-, empecé a sospechar... Efectivamente, aunque me despistó al principio porque no sabía lo que estaba viendo, se trata de un falso documental, una película dirigida por Rob Reiner, titulada "This is Spinal Tap"(1984), sobre el mundo del rock, que parodia sin piedad todas las chorradas que envuelven a los grupos de cierto éxito.

Uno por uno machaca todos los tópicos de las bandas de rock a través de una interminable serie de gags desternillantes -sobre todo para quien esté familiarizado con este mundo del rock-. Desde los líderes de personalidades carismáticas que en realidad no hacen más que decir una tontería tras otra, hasta la novia de uno de ellos que desestabiliza al grupo -a la pobre de Yoko Ono le tienen que estar pitando los oídos cosa mala-; pasando por las puestas en escena absurdas en la gira o las declaraciones ridículas sobre sus propios temas -"nuestras letras antes eran muy tontas, pero ahora con "Granja de Sexo" hemos madurado mucho"-. Demoledor.

A mí, así de primeras, me recordaron a los Beatles, Iron Maiden, Led Zeppelin... como poco. Pero creo que la crítica despiadada de esta película es aplicable a todo grupo habido y por haber que se haya creído alguna vez algo en el mundo de la música.

Como curiosidad decir que los protagonistas dieron una gira después de la película como Spinal Tap con los temas de la banda sonora. Y es que bien pensado los temas, aunque paródicos, no están tan mal. Cosas peores nos tragamos en los 80s. ¿O no?

Muy recomendable en general, pero sobre todo para frikis del rock con sentido del humor y ganas de echarse unas buenas risas. Y ganas también de hacerse una autocrítica, porque ¿quién está libre del pecado de haber sido fan -o serlo aún- de alguna panda de fantoches como los que retrata la película?