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domingo, mayo 28, 2006

Sums are not set as a test on Erasmus

La última de película de Todd Solondz, Palíndromos, me ha dejado realmente desconcertado. No sabría decir si es un bodrio o una obra maestra. Es original en la forma y cien por cien Solondz en el fondo. Realmente tengo curiosidad por saber qué tipo de infacia tuvo este hombre.

Por supuesto, como todo su cine, Palíndromos no es apta para todos los públicos. Es más, posiblemente sea la más dura de sus cuatro películas. Su dureza radica en lo explícita que es para mostrar la podrida realidad que hay detrás de la doble moral de la sociedad que el director se empeña en retratar película tras película.

Palíndromos cuenta la odisea de Aviva, una adolescente, casi una niña, empeñada en ser madre. Un viaje de ida y vuelta a los infiernos para... ¿quedarse igual que al principio? ¿O no? ¿La gente cambia o siempre termina en el mismo sitio donde empezó? La película desde luego da que pensar, pero a mí no me ha quedado claro cuál es el mensaje que el director quiere transmitirnos, ni cuál es el sentido que los recursos narrativos que utiliza para ello. En cualquier caso esta película no puede dejar frío ni indiferente a nadie, y eso ya es un valor en el mundo de lo políticamente correcto en que vivimos. Yo aún le sigo dando vueltas.

Para mí Solondz es el Marilyn Manson del cine actual. De hecho sus películas me recuerdan a menudo un verso de este último (cuando aún decía cosas interesantes) con el cual creo que se puede resumir todo su cine: "you've poisoned all of your children to camouflage your scars".

Con tan sólo cuatro películas en su haber hay por lo menos dos cosas claras que decir con respecto al cine de Todd Solondz. Una: que es monotemático. El argumento básico de su film debut, Bienvenidos a la Casa de Muñecas, es el mismo que marca la línea argumental del resto. Y la otra es que es bastante irregular. Si su primera película fue un inicio más que interesante, y la siguiente, Happiness, una obra maestra (no se puede decir otra cosa de esa película); la anodina Storytelling, su tercera obra, supuso desde luego un bajón importante.

Con Palíndromos el director nos vuelve a sorprender y a revolvernos las tripas con su corrosiva crítica social y su más que negro sentido del humor, pero a la misma vez nos demuestra que no va a volver a haber otra Happinnes. Lástima, porque ahí tocó techo, sin duda. ¿Hasta cuándo podrá exprimir el mismo tema recurrente sin agotarse? El tiempo dirá.

De momento yo me la apunto para volver a verla más adelante a ver si le acabo de pillar el punto, y la recomiendo a todos aquellos que no tengan problemas de estómago.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pues yo tengo unas ganas bestiales de verla, y con tu crítica, mucho más. Me apetece que me desconcierten, incluso si tengo que enfadarme al final -_-

No he visto Storytelling :( Sin embargo, la película suya que más me gusta es Bienvenidos a la casa de muñecas. Vale que está menos trabajada que Happiness y todo lo que tú quieras, pero me llega mucho más al corazón, y a la víscera xd Ni que decir tiene que Happiness tb me encanta :p