Escuchando...

martes, abril 25, 2006

Tool

Tool acaba de publicar su cuarto álbum de estudio titulado 10.000 Days (sexto si contamos los EPs). Expléndido. Es de esos discos que, a gente como yo, nos entra a la primera y disfrutamos de él desde el primer minuto.

Nunca he sabido muy bien cómo clasificarlos. ¿Death metal? Puede, pero se le queda corto ¿Nu metal de ése moderno? Ni en broma. ¿Metal progresivo? Sí, puede ser la definición que más se le acerque pero, aunque muy por encima de la media de este tipo de grupos, tan progresivos tampoco son. Lo que sí está claro que Metal a secas es una etiqueta que se les queda harto escasa.

Tool es un grupo de éstos que salieron a principios de los 90 al reflujo del grunge. Y algo tienen de eso, a mí la forma de cantar de Keenan no deja de recordame algo a Pearl Jam. Pero hasta ahí las comparaciones. Porque su música es oscura como ella sola, a años luz de lo que hacían los grupos coetáneos. Un estilo que bebe claramente del de metal de toda la vida, pero que por su complegidad y forma de salirse de los cánones establecidos por los heavys de siempre va mucho más allá. Quizá sea por eso que a algunos les recuerda al rock progresivo.

En cuanto a su trayectoria hay que decir que, muerto el grunge y acabados casi todos los grupos (tipo Korn) que representaban el metal de los 90s, son los únicos que han perdurado dignamente. Más aún, el tiempo ha puesto las cosas en su lugar, y Tool va ganándose el respeto que se merece como banda. Además nunca han hecho concesiones a la cormecialidad, cosa que se agradece. Con temas de entre siete y nueve minutos de duración (a veces más) y sin conceder nunca o casi nunca entrevistas, se han alejado de las radios comerciales y de los canales más comunes de promoción, y sin salidas de tono que yo conozca (vamos, que no han hecho un reportaje para la MTV yéndose de compras a las tiendas de moda como hizo una vez Marilyn Manson). Desde luego son un grupo coherente con la música que hacen.

De sus discos me quedo con Ænima, aunque Lateralus también tiene una calidad tremenda. Además recomiendo los dos temas que dan título a sendos discos. En resumen, con Tool tengo más que suficiente para cubrir mi vena heavy. Sobre todo en estos tiempos de sequía, en los que ya no queda casi nada bueno en este estilo.

Porque, reconozcámoslo, los grupos de moda como Linkin Park, Limp Bizkit, Evanencence o System of a Down (este último el más decente) no son más que basura para niñatos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ya puedo decir sin miedo a resultar prejuiciosa que, a mí, me cansan. Puedo escucharlos un rato con relativo agrado, pero enseguida mis oídos me piden otra cosa: este grupo, o más bien este estilo, me deja a medias -_- También pierdo interés al cabo de un tiempo de escucha: me distraigo, o algo.

No es que estén mal, pero no son lo mío.