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lunes, marzo 06, 2006

La indiscutible superioridad del cine norteamericano

No es una cuestión de presupuesto, ni siquiera de industria (aunque tiene mucho que ver, claro). Es una simple cuestión de gran tradición de cine. De mucha gente durante muchos años haciendo grandes películas. Si hacemos una lista de los grandes films que ha dado el cine norteamericano a lo largo de su historia, y la comparamos con otros cines del mundo, por ejemplo el europeo, el resultado sería tan abrumador a favor suyo que nos caeríamos del espaldas.

Como dice Borja Hermoso en el diario El Mundo (cito la fuente, espero que no me denuncien por plagio o robo): "En un contexto en que, con frecuencia y con demasiada ligereza y generalización, se pone a caldo en este país al «cine americano», hay que decir algunas cosillas...". Efectivamente, no puedo estar más de acuerdo. Y es que los prejuicios nos comen el terreno, y cuando pensamos en cine yankee lo hacenmos teniendo en mente las grandes superproducciones hollywoodienses de entretenimiento barato, olvidándonos de una gran cantidad de cine de calidad independiente o de autor. Más aún, se tiende, por los sectores más guays, a descartar todo aquello que suene a Hollywood o a superproducción. Lo cual es un error garrafal sólo atrubuible, como he dicho, a los prejuicios o al más absoluto desconocimiento. De entre toda la paja de cine de entretenimiento efectista y comercial, del que ciertamente hay mucho, se suelen encontrar también auténticas joyas de cine con mayúculas, que no serían posibles en ningún otro lugar del mundo, y por las que tenemos que dar las gracias.

Cualquiera podría rebatirme, por ejemplo, diciéndo que hay muy buen cine europeo (del cine europeo dejo aparte el español, creo que esta distinción es necesaria porque le cine europeo, en general, es bueno). Y yo no podría esta más deacuerdo. Pero lo cierto es que, en comparación, no hay color. Ninguna superproducción europea puede, hoy por hoy, compararse en calidad artística (que no económica, ahí no hay nada que hacer) con una de las buenas de Hollywood. En Europa últimamente, a la hora de hacer superproducciones para competir con los americanos pretendemos hacerlo en presupuesto, pero manteniendo la calidad que, en general, nos caracteriza. El resultado suelen ser unos bodrios que ni el entrañable de Ed Wood. Pero es más, aún en el terreno del cine de autor, que en teoría es el fuerte del cine del viejo continente, llega un Woody Allen, un David Lynch, unos hermanos Coen (por citar sólo algunos al azar) y se lo llevan de calle sin posibilidad de objeción. Y lo que vale para el cine europeo vale para el del resto del mundo. Salvando las distancias, claro.

La prueba de la buena salud de la que goza el cine norteamericano la tenemos en los premios Oscars de este año. La lista de los nominados es realmente impresionante. Sigo citando a Borja Hermoso: "Tener en la parrilla de salida de las candidaturas a mejor película cinco títulos como 'Munich', 'Crash', 'Brokeback Mountain', 'Buenas noches, y buena suerte' y 'Capote' es sencillamente una suerte para cualquier aficionado al cine, al buen cine, al gran cine". Pues eso. Hollywood no sólo ha demostrado que en Estados Unidos se hace un cine de tal calidad que, por ejemplo en 2005, es capaz de dejar en bragas a todo el cine europeo (en esta escala de grados el cine español queda al nivel de una broma. Eso sí, de mal gusto). Sino además que apuesta por ello, relegando (o directamente desterrando) a las superproducciones e incluyendo en las nominaciones cine de autor de, por lo que yo he podido ver, una calidad tremenda.

Tenemos que felicitarnos porque la Academia de los Oscars haya puesto este año el acento en este tipo de cine, aunque al final, a la hora de repartir las estatuillas, haya sido casi tan conservadora como siempre. Quizá porque ciertos sectores se han quejado de las películas nominadas con críticas como "esto no es cine americano", "a los americanos no nos gustan estas películas"(esto último con las cifras de la taquilla en la mano). Pero ellos también están equivocados: sí que es cine americano, del mejor. Se ve que esta concepción del cine yankee está tan extendida fuera de sus fronteras como dentro. Al fin y al cabo es sólo una cuestión de acento. Porque aunque en otras ocasiones el palmarés ha estado copado por las superproducciones eso no ha significado en ningún momento que se haya dejado de hacer buen cine en Norteamérica.

El cine norteamericano, Hollywood y lo que no es Hollywood, ha sido a lo largo de la historia y es en la actualidad, sin duda, La Meca del Cine. Hacia la cual, como su propio nombre indica, todos debemos mirar de vez en cuando, libres de prejuicios infantiles, con respeto y humildad, a ver si se nos pega algo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

En condiciones normales (y no hablo de la gastritis post-oscar que me asola xd), o en un pasado muy reciente, respondería rebatiéndote con cosas como: el cine europeo es mucho más arriesgado narrativa y estéticamente, hay mucho menos complejo a la hora de retratar a los personajes, etc. Y esto es así, y eso contribuye a la riqueza de la historia que se cuenta. No obstante, como ando últimamente muy (mátame) filoyanki, reflexionando sobre la "rivalidad" cinematográfica entre potencias occidentales, llego a conclusiones parecidas a las tuyas.

Generalmente, los yankis saben contar MEJOR las cosas: casi siempre caen en el tópico, pero son los reyes en la sala de montaje, saben imprimir ritmo (rápido o lento, eso es otra cuestión), saben narrar con una economía del lenguaje asombrosa (resumiendo una escena complejísima llena de elementos, en una sola secuencia de 2 minutos, por ejemplo) y hacen uso de todo lo que el cine provee para hacer el relato más completo y ágil.

Por encima, hay que reconocer que cada vez priman más las películas con mayor riesgo, más singulares, menos "industriales", productos que funden el buen hacer yanki con el experimentalismo europeo (o con el experimentalismo que también han tenido siempre allí, arrinconado respeto a la gran industria pero ahí estaba), reduciendo el cliché efectista en favor de unos personajes mucho más trabajados y una historia con recovecos. Y es que por mucho que se les acuse de egocéntricos y ególatras (que no es igual), nunca han tenido reparos en contratar a creadores de cualquier rincón del mundo para sus producciones.

En cambio, al cine europeo lo veo mustio. Veo mucho mirar a Oriente, que me parece el caso más limitado y menos modélico de los 3, y poco ocuparse de renovar nuestros ya raídos esquemas y preconceptos. Sale alguna cosa digna, pero en general son cosas para progres de clase media que buscan redimirse sentaditos en la butaca. Total, que para esto prefiero redimirme con imágenes y actuaciones en condiciones. Porque, por supuesto, los yankis tienen a los mejores actores: porque pagan más, y porque hacen más. Cierto que han desaprovechado a muchos gloriosos actores británicos, pero esos actores en Gran Bretaña tienen teatro, a Mike Leigh y poco o nada más.

En fin, que otro día cualquiera a lo mejor me pondría chauvinista y te lo discutiría todo, pero hoy desde luego, chapeau por ti xd

vladimiro dijo...

Nada que añadir. Estamos de acuerdo.

Chapeau for you too.

:)