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lunes, febrero 06, 2006

La Patética

La última sinfonía de Tchaikovsky es, en mi opinión, la más elevada y perfecta de todas sus obras. Me refiero a su 6ª sinfonía en si menor "Patética". Tchaikovsky la emprendió con la misteriosa intención de hacer una sinfonía con programa. Es decir, que toda la obra formaba un todo con un mensaje oculto entre sus notas.

Seguramente, y esto que digo es sólo mi opinión, ese programa o argumento de la sinfonía tenía que ver con algún amor del compositor, quizá no correspondido o quizá sí pero oculto, ya que la homosexualidad de Pyotr Ilyich siempre fue para él un complejo que le martirizó y que se cuidó mucho de ocultar en la sociedad de su tiempo. Otras interpretaciones hablan de que la sinfonía gira en torno al problema de la existencia y la angustia ante el destino, no dudo de que sea así, o una combinación de ambos puntos de vista. Pero yo, personalmente, me inclino más por mi primera opción, y la pista me la da el propio comienzo de la obra.

El primer movimiento se asemeja mucho, en su estructura, a un poema sinfónico suyo anterior: Romeo y Julieta. Prácticamente lo único que lo diferencia es que los temas principales son distintos y, desde luego, más oscuros que en dicha obra. Este movimiento alterna pasajes trubulentos donde desarrolla un primer leivmotiv de lo más oscuro, en algunos momentos con bastante violencia sonora; con otros de alta intensidad lírica y romanticismo donde aparece el segundo tema. No es difícil apreciar la lucha interna que transmite esta pieza y el desasosiego por el amor imposible que la caracteriza, lo que puede deducirse de su parecido con Romeo y Julieta.

El segundo movimiento es un vals. Tchaikovsky era un Maestro de los valses, en mi opinión bastate mejor que Strauss. Pero el vals de esta sinfonía es uno muy particular. Para empezar el ritmo en vez de ser de 3/4 (típico de los valses, ya sabéis, un-dos-tres, un-dos-tres), es de un muy irregular 5/4 (un-dos-tres, un-dos). A pesar de eso el compositor consigue hacer una pieza de una elegancia tremenda sin que su irregularidad de fondo afecte negativamente al conjunto. Lo más característico de este movimiento es cuando aparece el segundo tema. Sobre un bajo continuo se desarolla una melodía de lo más triste, algo insólito en un vals. Cuentan que fue el hermano de Tchaikovsky el que, tras escuchar esta parte de la obra, le dio el nombre de "Patética" a la sinfonía. Este mismo tema, en una variación más lamentosa si cabe, se vuelve a repertir en el cuarto y último movimiento.

La tercera parte de la obra es un scherzo. Tras el elegante, y a la vez triste, movimiento anterior Tchaikovsky aquí despliega toda su energía y maestría en la orquestación. El leivmotiv entra y sale y vuelve a entrar de forma juguetona, como es típico de los scherzos, recorriendo toda la orquesta, para terminar transformarse en una marcha donde por fin el tema principal aparece con toda su brillantez en primer plano, y va in crescendo hasta desembocar en una apoteosis capaz de tirar abajo cualquier sala de conciertos. Quizá Tchaikovsky aquí anticipa una especie de final convencional a su sinfonía, ya que el último movimiento va darle un broche de oro completamente atípico en el mundo sinfónico de entonces.

La sinfonía concluye con el 4º movimiento en tiempo de adagio lamentoso. Para mí es aquí donde mejor se puede apreciar el pathos que transmite esta obra. El uso de los instrumentos de cuerda y, en especial, el uso de las trompas en cierta parte, transmiten los sentimientos de angustia y desesperación como ninguna otra obra clásica que yo conozca. El bajo continuo marca un ritmo prácticamente fúnebre que nos anticipa la vuelta del segundo tema del vals, pero que aquí aparece transformado en un lamento casi inaguantable. Rompiendo con toda la tradición sinfónica Tchaikovsky, en vez de terminar la sinfonía con un in crecendo y un golpe de orquesta como era lo normal, concluye diluyendo este último movimiento poco a poco. La música va descendiendo hacia los registros más graves y apagándose hasta que sólo queda el pizzicato de los contrabajos, los cuales marcan un ritmo lúgubre hasta desvanecerse lentamente en el silencio que pone fin a la sinfonía Patética.

Tchaikovsky dirigió personalmente el estreno de su nueva sinfonía que, a pesar de que ahora está considerada como una de sus indiscutibles obras maestras, fue recibida muy fríamente por la crítica y el público. Lo cual no tuvo que afectarle muy positivamente, teniendo en cuenta la pasión que había volcado en ella. Nueve días después del estreno de la 6ª sinfonía Pyotr Ilyich Tchaikovsky moría. Oficialmente la causa de la muerte fue el cólera, pero las versiones más sensacionalistas apuntan a un suicidio presuntamente por temor a que se descubriera su relación homosexual con un joven aristócrata. Lo cierto es que nada de eso está claro y la tesis del suicidio forma parte de la leyenda.

Dentro de mi gusto por la música clásica del romanticismo, sinfónica y tonal, Tchaikovsky es uno de mis compositores preferidos. Y aunque Beethoven sea el maestro y su 9ª sinfonía la más grande de todas, la Patética de Tchaikovsky es para mí una obra que por su profundidad, sensibilidad, y por ese hondo dolor que transmite con cada nota, no tiene parangón en la historia de la música.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

tengo entendido que Tchaikovski (admito grafías alternativas) estaba platónicamente enamorado de uno de sus sobrinos, y que jamás pensó en intentar nada porque sentía asco por su sexualidad, como dices. También sostuvo una correspondencia de muchos años con una aristócrata que se enamoró de él, pero cuando intentó conocerle y consumar la pasión, el tío la mandó a tomar viento. Bien por él :p

La Patética me gusta mucho a mí también, de hecho seguramente sea mi pieza favorita de este compositor.

vladimiro dijo...

Desconocía lo del sobrino, pero vamos, es perfetamente plausible.

La aristógrata era Nadiezhda von Mekk. Ella era la típica mecenas, en principio por amor al arte, y Tchaikovsky (admito grafías alternativas) era el típico mantenido xd. No es que lo critique, porque él no tenía un duro, y si no hubiera dido por las contribuciones de Nadiezhda no habríamos podido disfrutar de buena parte de la obra del compositor ruso. Hay que agradecerle la vista que tuvo al ver las capacidades de Tchaikovsky y aportar por él financiándole.

vladimiro dijo...

No sé si ella llegó a enamorarse de él o a intentar algún tipo de aproximación como comentas. Por lo que yo tengo entendido mantuvieron una relación absolutamente platónica rayando la paraoia. No se vieron en personan nunca y sólo se comunicaban por carta.

En una ocasión hasta se fueron a veranear juntos al mismo pueblo pero a casas distintas, de forma que la casa de uno podía verse desde la del otro. Estando allí secruzason sus carruajes una vez y Tchaikovsly escribió en su diario algo en plan "oh, la he visto, qué emoción". Sin embargo nunca consintieron en verse en persona.

Unos chalados. xd

vladimiro dijo...

Sin duda la Patética es la mejor de sus obras con diferencia. Pero las sinfonías 4ª y, sobre todo, la 5ª también son muy buenas.

Qué decir de su concierto para piano y el de violín. Los dos maravillosos y técnicamente complicadísismos de interpretar.

Sus poemas sinfónicos también son casi todos ellos indispensables. Yo me quedo con la Obertura de 1812.

Por último no hay que olvidar sus famosísimas suites de ballets y sus valses. De los valses me quedo con todos, y de los ballets sin duda el Cascanueces.

¿Qué sería de la Bella Durmiente (la peli de Disney) sin Tchaikovsky?

Anónimo dijo...

fueron los precursores de las relaciones personales virtuales. ¿ O acaso conmigo estarías dispuesto a tomarte unas cañas? ¿A que no? Pues eso xd

Coincidimos en todas las piezas preferidas. Eso siempre me da que pensar: si de un disco, o de un autor, todo el mundo destaca lo mismo... ¿No será que no tiene nada más a destacar? :ppp

(Provocando un poquito xdd)

vladimiro dijo...

Ummmm, es que creo que Tchaikovsky no tiene mucho más: las sinfonías, los poemas sinfónicos, los ballets, los conciertos para piano y violín... y para de contar.

Bueno, miento, tiene una ópera y algunas obras de música de cámara, pero yo no las he oido. No puedo estar en todo.

Y en cuanto a lo que fueron los precursores de las chaladuras... No sé, no estoy mnuy de acuerdo. Desde luego tuvieron una relación muy insólita, pero chalados ha habido siempre. Y más ahora con Internet. ;P