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viernes, agosto 04, 2006

Never want to put my feet back down on the ground

Por fin, después de más de tres lustros de espera, he visto a Depeche Mode en directo. Ya puedo morir tranquilo. El concierto fue en Granada el pasado día 26 de julio, de teloneros los murcianos Second y los daneses The Raveonettes (este último un grupo interesante -todo lo interesante que puede ser la música indi- que yo no conocía, la verdad es que sonaban bien; desde luego la cantanta hizo más llevadero a más de uno el plantón de varias horas en espera de Los Grandes).

Los Depeche aparecieron puntuales como un reloj, es de agradecer, a las diez de la noche, y comenzaron su espectáculo con A Pain That I'm Used To, quizá el tema que a mí menos me gusta de su último disco -a pesar de que fue el segundo single-, pero he de reconocer que es tremendo para empezar un concierto. O eso o es que mi nivel del excitación era tal que lo mismo de daba ocho que ochenta. Ese día hubiera flipado con cualquier cosa que hicieran en el escenario.

Inmediatamente después continuaron con A Question Of Time. La locura. Y a partir de ahí no bajó el nivel. De su último disco sólo interpretaron los cuatro singles -para mí una lástima porque esperaba fervientemente que tocaran The Sinner In Me que es mi favorita de Playing The Angel, o Free, una cara B que podría haber sido perfectamente el segundo single-. En Suffer Well, la única canción de Dave que tocaron, Martin se puso a tocar sorprendentemente el bajo, y en Precious sustituyó el arpegio de piano por su guitarra, lo que a mí me dio la sensación de que quedaba bastante flojo con respecto a la versión del disco, una lástima, porque no le hacía justicia al temazo que es. Sin embargo la versión en directo de John The Revelator era la caña de España, un tema que al principio no me llamaba demasiado la atención y que en el concierto lo disfruté como un enano.

El resto fue repasar los temas más emblemáticos de su carrera. Llama la atención que no tocaran ni una canción de su anterior disco Exciter y sólo una de Ultra, Home, que cantó Martin en una versión desnuda de arreglos de cuerdas y con una nueva armonía con la guitarra que me gustó mucho, le daba un toque más oscuro. Así que el resto del concierto fue bastante comercial, remontándose a éxitos que el que menos tiene ya trece años, y todos ellos incluídos en los Singles 86-98. Lo cual no es que esté mal, al contrario, con Personal Jesus o I Feel You fue la locura, y con Enjoy The Silence o Never Let Me Down Again se me saltaban las lágrimas; pero yo hubiera esperado que rescataran alguna que otra obra maestra, de esas que siempre hay por sus discos y que nunca fueron singles, o alguna rareza extravagante para hacer que los más frikis nos corramos del gusto.

Pero no fue así, aunque, si no exactamente en el sentido al que yo me refiero, sí que hubo un par de excepciones cuando menos sorprendentes. En primer lugar, el bis comenzó con una versión a piano solo cantada por Martin de Leave In Silence, tema de su segundo disco, A Broken Frame -el que según ellos mismos es su peor disco-, y que por cierto quedó chulísima -como anécdota decir que yo era el único que se sabía la letra de los que me rodeaban-. Tras ésta tocaron Photographic, canción del primer disco allá por el '81 y compuesta por Vince Clarke, de hecho fue la primera canción que grabaron como Depeche Mode antes incluso de que se publicara Speak And Spell. A mí me pareció bastante sorprendente que sutituyeran Just Can't Get Enough por ésta, pero bueno, la verdad es que sirvió igualmente para desmadrar al personal.

En cuanto a ellos sólo puedo decir que están hechos unos chavales. Dave Gahan no paraba, como en sus mejores tiempos, y la voz la tiene en plena forma. Martin Gore apareció vestido de pollo -o de ángel negro o lo que sea: para mí "pollo"- pero el gorrito con la cresta le duró sólo la primera canción, se ve que los calores de Granada en julio no están hechos para ellos -me consta que en otras actuaciones aguanta con el disfraz bastante más-. Salvo en un par de excepciones que se acercó a los teclados -para las canciones más antiguas- el resto estuvo todo el rato con la guitarra deleitándonos con sus solos a un dedo y sus saltitos a la pata coja. Sólo para incondicionales -porque es el compositor vivo más grande que hay, que si no...-. Andy Flecher, como siempre, haciendo palmas, saludando al público y no tocando el instrumento ni por casualidad, no sea que se haga daño. El resto de los músicos con los que se acompañan en directo eran Christian Eigner a la batería y Peter Gordeno a los teclados, que eran los que realmente tocaban algo -a excepción de Martin a la guitarra, claro-. Es significativo que hayan tenido que contratar a dos músicos para sustituir a Alan Wilder y a todo el trabajo que hacia en directo y en el estudio. ¡Que vuelva Alan Wilder a Depeche Mode YA!

El escenario era chiquitín -la plaza de toros de Granada no daba para más-, pero resultón. Los teclados estaban alojados en tres donuts plateados que parecían miniplatillos volantes, y una bola plateada descendía a la izquierda, que se asemejaba a las de las discotecas setenteras, dibujándose en ella frases y palabras relacionadas con las canciones. De fondo tres pantallas que iban cambiando su altura y orientación proyectaban imágenes. En general la puesta en escena me gustó bastante.


Lo único que me dejó mal sabor de boca es lo corto que fue. Sí, vale que aunque hubieran tocado cuatro horas a mí se me habría hecho corto igual, pero me consta que en otros conciertos de la gira Touring The Angel tocan normalmente tres o cuatro temas más. No sé si será por el calor o porque tocan según aforo, pero no les hubiera costado mucho marcarse un Halo o un Everything Counts.

En cualquier caso es el concierto de mi vida -hasta ahora el honor lo ostentaba el de los Iron Maiden-, disfruté como un enano, no me decepcionaron y volveré a verlos en cuanto tenga la oportunidad. Es lo menos que se puede hacer con uno de los grupos más grandes de todos los tiempos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Permíteme ser escéptica sin tener ni idea de cómo son sus conciertos actuales (y conociendo sólo la versión VHS de los antiguos xd): es mi papel, y además mis prejuicios me lo dictan.

En principio, te diría que ningún concierto de un grupo en el declive cronológico (y cualitativo, todo hay que decirlo) de su carrera puede ser un gran concierto. Esto es argumentable desde el punto de vista del material presente y la pérdida de entusiasmo respecto al material pasado, además del lógico aburguesamiento típico de los señorones, y los achaques físicos y mentales propios de la edad. Que no, que una no puede creerse igual a un Dave Gahan yonki perdido Y joven (llámame superficial), que a uno que perfectamente podría salir en un episodio avanzado de Padres Perfectos, o como se llamase aquella inefable serie ochentera.

En cuanto a los clichés clásicos de cada miembro (que si Martin indescriptiblemente disfrazado, que si Andrew rascándose los bajos... ), cierto es que el fan incondicional, dada su incondicionalidad encontrará esas constantes encantadoras, pero si pensase en la falta de espontaneidad de todo el asunto, y en la de millones que ganan por no "reinventarse", es probable que le diese por exigir más, o por exigir ALGO: por ejemplo, que varíen el repertorio de guiños, que incluso el Dúo Sacapuntas tuvo que acabar apeando el mítico "veintidó. veintidó, veintidó veintidó veintidó", por hartazgo global. Y por ejemplo, que hagan algo más que un disco de pasar la ITV, que es lo que llevan pertrechando desde que murieron con el más que digno, pero ya era otra cosa (ay Alan... ), Ultra.

En fin, por supuesto entiendo tu ilusión dado que eres esencialmente conservador en gustos y exigencias musicales :pppp pero has de reconocer que a DM, como a todos al final, lo que les mueve es la ley del mínimo esfuerzo y que tal vez, sólo tal vez, estén sobrepreciados en dicho empeño. Por mucho que molase Precious :p

vladimiro dijo...

El concierto estuvo genial, nada que objetar, salvo quizá la corta duración. Y yo también conozco sus antiguos conciertos, y en DVD, que siempre da más categoría.

Desde luego no llevan la parafernalia del Devotional. De hecho en esa misma gira tuvieron que aparcar la mitad de trastos por lo caro que les salía el show. Pero lo que es por ellos como si no hubiera pasado el tiempo, es como verlos hace 15 ó 20 años.

Y aún diría más, de hecho la evolución es más bien al contrario que la de la mayoría de grupos que se van haciendo mayores. Mientras las "leyendas del rock" acaban calvos (lo que no es que sea malo, pero joder, si eres una estrella del rock ponte por lo menos un gorrito como The Egde), vestidos de una forma más conserva y gris que nuestros padres y haciendo actuaciones nostálgicas dirigidas a generaciones anteriores; Depeche Mode siguen dando caña y llegando a todo tipo de público (te sorprendería de la cantidad de gente muy joven que había en el concierto).

Y el rollo de Martin con los disfraces no es tan usual como dices, todo lo más antes se ponía un sombrero para no enseñar los rizos y poco más. En el Devotional vestía de color plateado, pero vamos... nada comparado con el disfraz de pollo xD. Además, acuérdate que antes cuando cantaba ni se movía, se plantaba, con un mano apoyada en la cadera, y se cantaba las canciones sin inmutarse. Ahora por lo menos da saltitos a la pata coja.

Y Dave siempre ha sido la viva imagen de la salud y la vitalidad (acuérdate del 101), salvo el breve periodo del 90 al 93 que culminó en un coma por sobredosis, pero en una carrera de casi 27 años eso es ya casi anecdótico.

De Andrew "Brazoscruzados" Flecher sin comentarios. Si nunca ha tocado nada, para qué se iba a poner ahora? Aunque de hecho en el último disco toca el bajo eléctrico en un par de temas. Quién sabe, igual este es sólo el comienzo de una nueva etapa en los Depeche en la cual Dave será el compositor principal y Flech el instrumentista :p. En fin, en mi opinión si alguien tenía que haber dejado el grupo tenía que haber sido él y no Alan.

En cuanto a lo del declive artístico y la ley del mínimo esfuerzo no puedo estar al 100% de acuerdo contigo. Es cierto que tocaron techo en la época del Violator-Songs Of Faith..., pero como bien dices el Ultra fue más flojo, pero muy digno, y subestimas el último, seguramente porque no lo has escuchado ni un par de veces (puedo probarlo :P), ya que tiene temas muy buenos como The Sinner in Me ó Free (éste es una cara B, pero me da igual).

El problema viene del pinchazo de Exciter, que si bien tiene sus temas, que los tiene, el sonido sí que es muy conservador para ser Depeche Mode. Cosa que no le pasa a Playing The Angel que sí que tiene un sonido muy bueno, sucio y tirando a lo industrial. La era post-devotional tiene unos cuantos temazos indiscutibles, como Barrel of a Gun, Home, Only When I Lose Myself y Precious, ninguno de ellos del Exciter, cuyo primer single era penoso. Eso es lo que da la sensación de caída libre en los últimos años, pero yo creo que con el último, si bien no han remontado a las alturas de principios de los 90s, sí que han frenado la caída en seco.

Y en cuanto a la ley del mínimo esfuerzo pues ya sabes lo que dedía Alan, que si por Martin fuese todas las canciones salían tal cual la maqueta, y que era él el que se las curraba. Sin Alan pues eso es lo que queda, buenos temas, temazos en algunos casos, pero que en la producción están sólo un par de puntos por encima del nivel de la simple maqueta, como es el caso de Precious.

Resumiendo, estoy de acuerdo contigo en que esta opinión te la dictan tus prejuicios. Es más, te digo que la conservadora eres tú, que te apalancas en lo que fue hace 20 años, en plan "cualquier tiempo pasado fue mejor", y no le das ninguna oportunidad a lo hacen ahora, que igual si lo escucharas con una mentalidad más abierta y, digámoslo, menos snob :P, igual les volvías a pillar el punto. ;)