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miércoles, julio 05, 2006

Manderlay

El otro día vi por fin Manderlay, después de los dolores, porque, efectivamente, dicha película no ha sido estrenada en los cines de mi ciudad. Luego habrá quien se queje porque la gente no va al cine, pero es normal buscarse alternativas cuando la oferta es tan pésima. Y yo vivo en una gran ciudad, aún me puedo dar con un canto en los dientes.

Bueno, vamos al grano: me decepcionó. En resumidas cuentas es el mismo patrón de Dogville pero sin la novedad, sin una trama tan interesante y sin la presencia interpretativa de Nicole Kidman -no es que Bryce Dallas Howard lo haga mal, pero vamos, no hay color-. Cierto es que, apesar de sus más de dos horas de duración, no se hace pesada y se deja ver, que el oficio que tiene Lars von Trier se nota. Pero me pareció bastante insulsa, apesar de que el mensaje, la moraleja del cuento, que el director nos quiere transmitir no deja de ser polémico e interesante. Sin meterme a destripar el argumento para no chafársela a nadie, sólo diré que me recuerda a aquel verso de Silvio: "¿hasta dónde debemos practicar las verdades? / ¿hasta dónde sabemos?".

Pero en definitiva no hace más que seguir la línea de Dogville -en teoría eso tiene su sentido ya que es una trilogía centrada en el mismo personaje protagonista, Grace, y de la que aún queda otra entrega-, y aunque tiene sus puntos a favor es la primera vez en mucho tiempo que me decepciona una película de von Trier. Porque sus últimos films, desde Rompiendo Las Olas hasta Dogville, me han parecido todas ellas obras maestras, y siendo sincero, creo que aquí ha pinchado.

El problema que le veo a Lars von Trier es que es un director demasiado guay como para permitirse un fracaso, porque puede ser presa fácil de todos los que le tiene ganas desde hace tiempo. Me explico. Todo ese rollo pedante del Dogma 95 que se inevntaron él y su amigo Thomas Vinterberg -cuya primera muestra fue la excelente Celebración de este último-. siempre me ha parecido una gilipollez. Ponerle normas al arte y autolimitarse me parece un despropósico sólo explicable si el fin no es hacer buenas películas, sino tirarse el rollo e ir de cineastas guays por la vida.

Pero entonces, si lo del Dogma es una tontería, ¿cómo es que estos directores han sobrevivido a él y hasta han tenido éxito? La respuesta es muy sencilla: saltándoselo. Efectivamente, las mejores películas de estos directores las han hecho violando las reglas que ellos mismos se habían autoimpuesto. Y lo cierto es que, salvo excepciones, como la estúpida y pseudoporno Los Idiotas, las películas de von Trier eran tan buenas que no nos quedaba más remedio que quitarnos el sombrero y tragarnos la chorrada del Dogma.

Sin embargo ahora estoy cambiando de opinión y estoy empezando a pensar que están de capa caída. El primer ejemplo que me hizo pensarlo fue la película de Vinterberg Dear Wendy con guión de Lars von Trier: una tomadura de pelo en un escenario casi tan minimalista como el de Dogville. Luego vi 5 Condiciones, una especie de documental/ensayo experimental sobre un corto del director Jorgen Leth. La premisa es interesante -también jugando con las restricciones y las normas, y hasta dónde se puede llegar con ellas-, pero el resultado es una paranoia a la que supongo que sólo ellos le verían la gracia.

En cualquier caso ninguna de ellas era un auténtico proyecto personal de Lars, y yo esperaba con ansia el extreno de Manderlay -hubiera ido a verla al cine si se hubieran dignado de proyectarla en mi ciudad-. Y la decepción no ha podido se mayor. No es mala, claro, pero comparada con otras del director, o simplemente, con la propia Dogville, primera parte de la trilogía, se queda en una obra muy menor.

Por supuesto veré la tercera parte, pero o remonta o lo bajo del pedestal de mis directores favoritos. Dicho está.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Como ya hemos hablado de Von Trier y sabes lo que opino de todas sus películas, me permito recordarte que si le descubriste fue gracias a MÍ :D

vladimiro dijo...

Falso xD. Yo descubrí el cine de Lars Von Trier cuando vi, en el cine además, allá por el 2000 Bailar en la Oscuridad. Aunque ya antes había oído hablar del movimiento Dogma 95, claro que hasta ese momento no había visto ninguna película.

Siento chafarte la ilusión. :P

Anónimo dijo...

Pffff... Y qué año fue lo de Rompiendo las Olas? :(

La vida no tiene sentido.