
Los Goya premian
Match Point como mejor película europea. Es para que se le caiga la cara de vergüenza al cine europeo y, sobre todo, al español. Que tenga que venir Woody Allen de
yankilandia ha enseñarnos a los europeos cómo se hace buen cine es de juzgado de guardia. Y sobre todo es una bofetada a todos esos que por definición encumbran todo lo que sea cine europeo y que condenan todo lo que sea cine norteamericano. Porque desde luego la película del genio de Manhattan es sin duda una de las mejores que este año se han hecho en Europa (no digo la mejor porque no las he visto todas, claro).
Aunque
técnicamente Match Point es una película de nacionalidad inglesa, puesto que ha sido rodada en Londres y el presupuesto es mayoritáriamente inglés; a nadie se le escapa que, en esencia, es cine yankee, realizado por uno de los directones más paradigmáticos de Norteamérica. Ignorar eso sería absurdo.

Allen tiene planeadas dos o tres películas más en Europa (una de ellas en Barcelona), así que ya tenemos seguramente adjudicados los Goya a la mejor película europea de los próximos años. Y si por alguna pirueta del destino (y de las productoras cinematográfica), la que se va a rodar en Barcelona pudiera ser considerada como
producto nacional, no me cabe duda de que sería la mejor película española del año. Si eso pasase me gustaría ver la cara de más de un militante
anti-cine-norteamericano.
En estos momentos, viendo cómo han quedado los Goya, no puedo evitar acordarme del final de la película de Woody Allen
Hollywood Ending. Irónico o no, desde luego tenía su miga visto lo visto.
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