Los
Pet Shop Boys tienen nuevo disco, lo cual es la excusa perfecta para escribirle un post a este excelente grupo de música tecno-pop. Los
chicos de la tienda de animales llevan veinte años, que se dice pronto, sacando discos y, lo que es más importante aún, manteniendo el nivel durante un periodo tan largo, que es lo más difícil.
Ellos lo tienen claro: hacen
música disco. Lo cual les ha generado una legión de fan incondicionales que los adoran, sobre todo entre el público más afín al pachangueo y las discotecas y, por estas y otras cuestiones, entre la comunidad gay, de la cual son uno de los iconos más representativos. Sin embargo esta definición de "disco" tiene un efecto diametralmente opuesto entre la gente más "
guitarrera", entre la cual los PSB son sinónimo de lo peor de lo peor. Por mi experiencia ésta suele ser una opinión llena de prejuicios y fruto de la ignorancia.
Ni tanto ni tan calvo. Me explico. Con respecto a este grupo siempre me he sentido un bicho raro porque, si bien siempre me han gustado, es cierto que difícilmente tolero sus excesos pachangueros. Lo que hace que me gusten menos aquellos discos que más alaban sus fans y, en cambio, para mí los mejores son aquellos que los mismos fans critican por "flojos". Y es en este tipo de discos donde encontramos auténticas joyas de música electrónica que, en muchos casos, a la misma vez son piezas de una gran sensibilidad.
Y es por ello que soy un fan incondicional, aunque irónicamente mi opinión sobre sus discos suela ser la opuesta a la de sus seguidores más típicos. A la misma vez, defender a los Pet Shop Boys en mi entorno me ha acarreado más de una mirada cargada de condescendencia en el sentido de: "
pobre ignorante de la vida, qué poco entiendes de música". En fin, no pasa nada, estoy acostumbrado a predicar en el desierto.
Y es que los PSB engañan por ese empeño suyo de autodefinirse como "música disco". Lo cual es literalmente cierto en muchos momentos, pero no en todos. De hecho, entre disco y disco de pachanga, podemos encontrar álbumes enteros que se caracterizan por un tempo lento y unas melodías evocadoras y románticas, en mi opinión, de una calidad tremenda.
Si una cosa los caracteriza como grupo, dentro de su estilo, es la variedad. No tienen dos discos iguales. A su disco de debut
Please, con temas inolvidables como
Suburbia, le siguió
Actually, que los lanzó al éxito y los consolidó como algo más que una moda. En este último encontramos temas con los que nos hemos criado casi toda mi generación, como
It's a Sin,
Heart o
What Have I Done to Deserve This; pero también hay otros como
Rent o
It Couldn't Happen Here que a mí aún me ponen la piel de gallina, y que hacen de Actually un disco casi perfecto.
En el 88 sacan
Introspective, un álbum que rompe con los anteriores por dos cuestiones. Primero porque esta vez se decantan claramente por la música disco más pura, y en segundo lugar porque arriesgan con un álbum de sólo seis temas, tres por cara, cada uno de una duración en siete y nueve minutos. Tiene sus canciones. Como la supongo conocida por todos
Domino Dancing, o la para mí más interesante,
Let to my Own Devices. También cabe destacar
It's Alright tema que, en una versión más corta, creo recordar que ya habían interpretado antes los Eighth Wonder. Y es que los Pet Shop Boys también se han dedicado a escribir para otra gente. El caso más destacable es el disco
Results de
Liza Minnelli, también de esa época, que compusieron íntegramente para ella.
La década de los 90s la inauguran con
Behaviour, un disco mucho más tranquilo que el anterior y que fue una gran decepción para sus seguidores, que esperaban más pachanga y querían una especie de
Introspective II. Sin embargo, a pesar de las críticas, el grupo se decidió por elaborar un álbum mucho más intimista y sentido. Temas como
So Hard,
Being Boring o
Jeaulosy ya son clásicos. Para mí Behaviour es la joya de la corona. Es de ese raro tipo de discos que puedes escuchar de principio a fin, canción por canción, y no cansarte nunca. Ni que decir tiene que está entre los mejores de mi colección. Como curiosidad señalar que
Johnny Marr, de los
Smiths, colabora con su guitarra en varios cortes del disco. Esta época, en la que iban tan bien encauzados, la culminaron con el single
DJ Culture -incluido en un grandes éxitos-, tema que compusieron contra la guerra de Irak.
Cuando sacaron
Very, su siguiente lanzamiento, fue un shock para mí.
Too much very for me. Me resultaba incomprensible que tras Behaviour, con el que marcaban una línea muy interesante que los colocaba entre los mejores grupos pop de música electrónica, volvieran a la pachanga más disco y bailable. Quizá esa forma de alternar el estilo de los discos sea una manera de reconciliar las dos almas de los Pet Shop Boys, la discotequera y la melancólica; o simplemente que no son inmunes a las críticas de su público por antonomasia; o ambas cosas. Para ser justo he de decir que con el tiempo, una vez acostumbrado al sonido del disco, ha ganado mucho, y que contiene temas realmente interesantes, aunque no están al nivel de lo anterior.
De Very el seguramente el tema que más recordamos todos es la versión de
Go West de los
Village People. Otra cosa que siempre les ha gustado hacer ha sido versiones, y son bastante buenos en ello. Y es que cuando un grupo no necesita de versiones para tener éxito y singles en los primeros puestos de las listas, se pueden permitir el lujo de hacer aquellas que les apetezcan como y cuando quieran. Ejemplo de ello es cuando se atrevieron con
Elvis y su
Always on my Mind o con
U2 y su
Where the Street Have No Name; excelentes versiones las dos -sé que los puristas que estén leyendo esto se estarán tirando de los pelos ahora mismo-.
Los siguientes discos son
Bilingual, con un cambio de sonido radical, más tendiendo a lo latino, con algún tema interesante, pero en general mediocre y orientado a las pistas de baile; y
Nightlife, que vuelve a un sonido más clásico para los PSB, con aires de primeros de los 90s, y que mezcla canciones melancólicas con otras de un aire más trance, lo cual lo convierte en un disco irregular aunque, como siempre en su carrera, tiene varios temas que mantienen el nivel de lo que son los Pet Shop Boys, como
I don't know what you want but I can't give it any more o
New York City Boy.
Ya en el siglo XXI editan
Release, disco que según tengo entendido ha sido el menos vendido de toda su carrera y un claro fracaso para el grupo. Por supuesto para mí es uno de los mejores, una vuelta a esa música melancólica tan característica suya, lejos del pachangueo discotequero y de experimentos como Bilingual. Sin dejar de ser música electrónica Release está más orientado al pop y en él vuelven a colaborar con Johnny Marr. Temas como
Home and Dry,
I Get Along,
London,
Love is a Catastrophe o
You Choose están entre mis favoritos. Mención a parte merece
The Samurai in autumn, pista que me encanta y que seguramente os suene porque la usan de sintonía de algún programa de televisión o anuncio promocional -no recuerdo exactamente-.
Entre disco y disco los PSB también se dedican a hacer remezclas, tanto de sus propios temas como de temas de otros. Como muestra puede valer la interesante mezcla que hicieron del tema de
Rammstein Mein Teil y que aparece en dicho single:
Mein Teil (there is no guitars in this mix). Y es que no se puede entender a los Pet Shop Boys si no se entiende su sentido del humor tan inglés. En realidad son unos cachondos, y sólo los que se los toman totalmente en serio pueden llegar a pensar que son una tontería de grupo.
Uno de los proyectos más interesantes en lo que se han embarcado últimamente ha sido la composición de una nueva banda sonora para la película muda de Eisenstein
El Acorazado Potemkin. La partitura combina música electrónica con música orquestal, interpretada esta última por la
Orquesta Sinfónica de Dresden. Que yo sepa es la primera vez que editan un disco casi enteramente instrumental y sin duda es de lo mejor que han hecho. Lástima que aquellos que sigan cargados de perjuicios con respecto a los Pet Shop Boys no se molesten en escuchar estas cosas, no saben lo que se pierden.
Ahora nos presentan su último disco:
Fundamental. Las primeras escuchas me dejan una sensación clara: el sonido es mucho más oscuro -sin ser siniestro, que son los PSB- de lo que es habitual en ellos. Hay un par de temas que recuerdan claramente a Depeche Mode. Las letras, que son una cosa en la que los Pet Shop Boys no destacan mucho, lo reconozco, son más políticas. Por ejemplo el primer single -regularcillo en mi opinión-
I'm With Stupid es una crítica a la política de Blair y Bush. En general el disco me está pareciendo normalito, pero aún es pronto para ser categórico. Tiene pinta del típico bajón suyo tras hacer un buen disco como es el caso de Release.
En cualquier caso los Pet Shop Boys son fundamentales para todo aquel que se interese por la buena música de calidad en general, y la música electrónica en concreto; y espero que este extenso post sirva para abrirle los ojos a alguno que otro. Con eso me doy por satisfecho.